capitulo 3

Y llegó el lunes, el día de la ecografía, esa semana había estado genial,sin sangrados y me encontraba super bien. Nada más entrar a la consulta la doctora me dijo: -Bueno ya sabes a lo que vienes no? No se si dió la casualidad de que los dos ginecólogos que me tocaron eran los que menos sensibilidad han tenido conmigo o es que todos eran iguales. Al ponerme el ecografo, tras mirar y asentir un montón de veces sin decirme nada, finalizó diciendo: -No tiene latido, acércate a urgencias y ellos te explicarán. Y a pesar de que todo se derrumbó ante mis pies, fuimos a urgencias a que nos dijeran que hacer completamente destrozados. Cuando nos llamaron para entrar por fin encontramos a alguien con un poco de corazón. Una ginecóloga que nada más verme me tranquilizó mucho...me estuvo explicando que puede pasar las primeras veces, que hay mujeres que ni se enteran de que han estado embarazadas porque los pierden nada más quedarse... Y me dijo que a pesar de todo ella iba a mirar y comprobar que no tenía latido para darme las explicaciones pertinentes. No vió nada raro, solo que el feto no tenía latido así que me aconsejó que, antes de hacer un legrado, ibamos a intentar abortar con las pastillas. Me pusó dos vaginales y me comentó lo que me iba a pasar a raíz de ahi: que iba a tener unos dolores más fuertes que una regla y iba a tener un sangrado mayor. Así fue, durante dos días estuve echa polvo. A las 48 horas volví para comprobar que ya había expulsado todo (proceso muy, muy desagradable porque lo ves todo...) y aún quedaban restos así que me puso otras dos pastillas y me comentó que si en otras 48 horas no expulsaba lo que quedaba me realizarían un legrado. Así que volvimos pasadas esas horas y ya estaba, todo había pasado. Tengo que reconocer que a pesar de lo duro que fue la ginecóloga fue super positiva conmigo, me dijo que pasada una regla podía volver a intentarlo sin problema alguno.
Y empezamos otra vez, pasada la regla siguiente nos pusimos manos a la obra y.... otra falta, esta vez de 1 día. Hicimos el test de embarazo y efectivamente, positivo de nuevo. Como podréis entender me entraron de nuevo todos los males y los miedos del mundo, ¿pero sabéis cual fue mi decisión? Hacerme un seguro privado e intentar por todos los medios que esta vez si que saliera bien, ¿no podía ir siempre mal no?
A los 4 días de mi siguiente positivo de nuevo el temido sangrado... y esta vez acudí a urgencias y por fin vieron lo que pasaba: Un hematoma. Ese era el motivo de mi sangrado. Recomendación de la seguridad social fue reposo relativo y si tenía que ser sería sino pues nada...
Así que nos fuimos a la mutua y allí no se porque no nos hicieron mucho caso y nos dijeron que reposo y paciencia que se reabsorveria solo. Pero que esta vez era diferente, el feto si tenía latido. Al salir de la consulta me empecé a encontrar mal y al llegar al trabajo fui al baño y al limpiarme ví que aquello no iba bien: había empezado a sangrar, pero no como hasta ahora, sangraba como cuando había empezado con las pastillas para el aborto. Efectivamente, cada vez el sangrado iba a más y el dolor se volvía insportable. Empecé a perder tejido... y cuando llegué a urgencias no había nada...ni hematoma, ni feto.
Asi que pasadas 8 semanas de esto acudimos al ginecologo de la mutua para que me hiciera una revisión y dijera que todo estaba bien para empezar de nuevo. Como había sido natural, me dijeron que podía volverlo a intentar sin problema en la siguiente regla, y que a raíz de todo esto, cuando yo empezará a notar sintomas de embarazo me hiciera un test y si salía positivo me pusiera por via vaginal cada 8 horas, 2 pastillas de utrogestan (progesterona) para ver si así podiamos "evitar" que con el hematoma que me saliera el feto saliera expulsado por las contracciones producidas por el útero que intentaban expulsar el hematoma.
Al salir de la consulta algo me dió por dentro y fuimos a la farmacia a comprar las pastillas y un predictor. No se porque, pero presentía que los iba a necesitar muy pronto.

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