Capítulo 4: Embarazo


Después de varios meses sin escribir, ya que no me daba la vida, volvemos con las pilas cargadas y muchas muchas cosas que explicaros. De momento seguimos por donde nos quedamos la última vez. Por fin, el predictor dió positivo pero esta vez era la tercera así que íbamos a por todas. Desde el primer momento me dieron la baja por enfermedad, por riesgo de aborto después de dos consecutivos. Efectivamente, a pesar de la progesterona que me había recetado el doctor, volví a sangrar, y en urgencias otra vez, nos comentan que hay hematoma de nuevo, que hagamos reposo y sigamos tratamiento. A las 8 semanas, vamos al ginecólogo privado y allí nos comenta que aumentaremos la dosis de progesterona para ver si desaparecía. Así que seguimos con el tratamiento, seguimos con los sangrados casi diarios,hasta que hay uno que me asusta, a las 12 semanas, en el que nos dirigimos al hospital y sí, le escuchamos corazón, le vemos moverse, era increíble, por fin iba todo bien. Nos dicen que el hematoma se va disolviendo y que poco a poco dejaría de sangrar, y que pasada esa barrera de las 12 semanas el riesgo de pérdida pasaba a la mitad. No podíamos creerlo, esta vez si que era la buena. En la semana 14 nos dijeron que ya no había hematoma, habíamos dejado de sangrar, y sorpresa era una nena!!!El nombre lo teníamos decidido desde antes de saber que estaba embarazada: Naia. Y el resto de las semanas fueron pasando, muy lentas ya que yo estuve de reposo prácticamente absoluto. El embarazo, durante los 9 meses, los pasé de baja por riesgo en el embarazo y después por baja de maternidad de mi empresa ya que a partir de la semana 22, no podía seguir en mi puesto de trabajo.También en la prueba del azúcar nos dio algún problema y tuvimos que hacer la llamada curva larga. A todo esto se le sumó que aumenté mucho de peso (25kilos en total) pero yo no comía nada, y como no me creían me pusieron a dieta los últimos dos meses de embarazo. Pasadas 38 semanas, el lunes día 8 de mayo, fuimos a la primera revisión de correas y buscar resultados de cultivos y nos dijeron que estábamos muy verdes. Me hizo un tacto ya que tenía bastantes contracciones pero eran producidas por el movimiento de Naia no del parto, y nada... ni cuello borrado ni dilatada. La peque llevaba en posición cefálica desde la semana 20, sólo quedaba que quisiera salir. Volvimos a casa a esperar que la semana siguiente nos dijeran que ya avanzaba algo y que ya teníamos a la peque con ganas de salir. El martes 9, fuimos a pasear y yo me levanté que me sentía muy hinchada, pero como ese día caminamos mucho, pensé que igual era más cansancio que otra cosa. Esa noche, fuimos a ayudar a nuestros amigos a acabar de montar la inauguración de su nuevo restaurante y, al salir, yo quería cenar "Burguer king", no era un antojo ya que todo el embarazo lo pasé sin ellos, pero no sé si habéis escuchado que la noche antes de un parto a muchas mamis se les "antoja"... ¿Qué pasó? Papi no quiso ir porque no le apetecía y... ¿¿adivináis qué??

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